Unos buenos zapatos; un buen abrigo; una gorra para protegerse del sol; mucha paciencia; atrevimiento y desobediencia; curiosidad; imaginación; anticipación; una sonrisa amable; esperar y esperar; mirar y mirar; volver a mirar; saber perder cuando el instante no espera; decisión; vocación; observar la realidad y la cotidianidad; instinto; espontaneidad; y poner mucho de amor a la fotografía hasta convertirla en pasión.
Esta exposición es fruto de todo esto, del imaginario de la fotografía de calle. El que nos lleva a captar aquello que nos llama la atención en el foro público donde todo pasa, incluso el más anodino. Pero cuando aquello anodino se viste de fiesta por un rayo de luz inesperada, o cuando recibe la visita sorprendida en forma de gesto, de mirada o de una presencia insólita, provoca que se abre el telón del escenario que nuestras cámaras pretenden capturar. Seguramente, la cotidianidad se disfraza a menudo del entorno anodino que decimos, y es entonces cuando pasa desapercibido si no lo rescatamos del olvido del día a día. A pesar de esto, bienvenido sean, está claro, bienvenidos sean, como no, los sucesos infrecuentes y extraordinarios, hay quien pagaría por ellos; todavía que estos acostumbran a estar inmersos en acontecimientos o eventos más organizados…” No tienen demasiado mérito nuestras fotografías, más allá de la cuestión técnica que despacio y con el paso del tiempo vayamos aprendiz. Simplemente, nos apropiamos de aquello que nos rodea, en las plazas solitarias o en las avenidas prietas de gente. Una vez más, simplemente, modelos gratuitos al servicio de nuestros ojos llenan de sentido a nuestro objetivo.
La fotografía de calle se sirve del hombre y la mujer que la recorren, de manera activa cuando interactúan, o de manera pasiva cuando solo forman parte de una estética de luces, sombras, colores, blancos y negros, del paisaje urbano con el cual se fusionan por nosotros sin ellos saberlo, como adorables muñecos a nuestro servicio. Aunque, a veces, la ausencia, incluso de muñecos, se convierte en presencia. Cada uno interpreta la realidad para mostrarla a su manera, y es así como se expresa. Cada fotógrafo y fotógrafa tiene su mirada, su interés al servicio de su mundo singular e interior, que después traslada a su obra visual. A veces, con éxito y otros sin él.
Pero puede ser, el éxito más grande y asegurado es disfrutar de la pasión que compartimos los y las participantes de esta exposición que os queremos mostrar de la mano de la Agrupació Fotogràfica de Catalunya. Una pasión que, en muchas ocasiones, sencillamente, consiste a vivir y observar la vida a través del visor de nuestras cámaras.
Foto: © Albert Adroer
INAUGURACIÓN
Martes 14 de enero a las 19 h
Puedes visitar la muestra hasta el 4 de febrero de 2025
Entrada libre y gratuita
HORARIO
Sala polivalente: abierta martes y viernes tarde y sábados mañanas. Consulta las diferentes actividades de la Sala de exposiciones.


Agrupació Fotogràfica de Catalunya / Sala Bruno Argemí
Grup de Fotografia d'Street