El daguerrotipo fue desarrollado y perfeccionado por Louis Daguerre a partir de las experiencias previas e inéditas de Joseph Nicéphore Niépce, y dado a conocer en Paris, en la Academia de Ciencias, el 2 de Enero de 1839 por el físico francés François Aragó.
Cuando trascendió esta fantástica noticia, estaba en Paris corresponsal de la Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, el Dr. Pedro Felipe Monlau. A su regreso a Barcelona el Dr. Monlau propuso a la Junta de la Academia, después de enseñar a los asistentes un daguerrotipo realizado por el grabador Don Ramón Alabern, que había sido discípulo de Daguerre, la adquisición de una cámara oscura. El coste de la compra de la cámara oscura y de los accesorios correspondientes, ascendieron a 1.946 reales de vellón.
El 10 de Noviembre de 1839 se realizó en la Plaza de la Constitución, hoy Plaza Pla del Palau de Barcelona, la primera fotografía realizada en nuestro país.
Los daguerrotipos se distinguen de otros procedimientos, porqué la imagen se forma sobre una superficie de plata pulida como un espejo. Para economizar, normalmente las placas eran de cobre plateado, pues solo era necesario disponer de una cara plateada.
Son piezas únicas. No permitían hacer copias al no existir un negativo apropiado. El daguerrotipo es a la vez negativo y positivo, pudiendo verse de una u otra forma según los ángulos de observación y de incidencia de la luz que recibe.
La imagen revelada está formada por partículas microscópicas de aleación de mercurio y plata, ya que el revelado con vapores de mercurio produce amalgamas en la cara plateada de la placa. Previamente esa misma placa era expuesta a vapores de yodo para que fuera fotosensible.
Se debía tener mucho cuidado ya que los vapores de mercurio, del revelado son muy perjudiciales para la salud.